En este peculiar encargo navarro+vicedo arquitectura colaboró con otros arquitectos para aportar ideas que pudiesen servir como base a la remodelación urbana y de equipamientos necesaria para que la ciudad de Ibagué pudiese acoger los Juegos Nacionales de 2016.
Las ideas aportadas abarcaban desde la escala urbana (movilidad, estructura urbana, etc…) hasta el detalle habitacional necesario para acoger a los deportistas, pasando por el desarrollo y mejora de las instalaciones deportivas.
Para ello, la propuesta se centraba en tres enclaves primordiales dentro de la ciudad: el estadio Manuel Murillo Toro, el coliseo de deportes y piscina olímpica de la calle 42 y el parque deportivo Simón Bolívar.